RELATO CORTO DE VÍSPERA DE TODOS LOS SANTOS

¡Por fin tenemos la primera creación de un alumno!

Emilia, de 5º B, ha sido la primera que se ha lanzado a contarnos una historia en forma de relato corto. 
¡Os animo a todos a crear vuestras propias historias, relatos, cuentos, poemas, canciones...! 

¿Quién será el siguiente? ¿Con qué historia nos sorprenderá? ¿Será una historia de intriga, de suspense, de aventura, de ficción, o será de amor...?


El relato corto de Emilia comienza siendo muy, pero que muy terrorífico. Se acerca el día 1 de noviembre y en España se celebra en esta fecha el Día de Todos los Santos. Además, en otros países también lo celebran. Lo llaman Halloween, que significa literalmente en español «víspera de Todos los Santos».

A continuación, la historia de Emilia. No tengáis miedo:

                                                        Una Copia Terrorífica

Érase una vez tres niños que se preparaban para Halloween: Hugo, Laya y Pedro. 
Hugo se disfrazó de hombre lobo, Laya de bruja y Pedro de vampiro.

El día de antes de Halloween, los tres quedaron para perfeccionar sus disfraces para dar mucho más miedo. ¡Sus disfraces parecían muy reales! Pero lo que no sabían...¡es que algo muy peligroso estaba por llegar!


Por fin llegado el día de Halloween, decidieron salir a pedir caramelos. Hugo, muy decidido, llamó a la puerta de un vecino con la esperanza de que les dieran muchos dulces.

-¡TOC, TOC, TOC!- sonó la puerta-.
-¡Hola, jovencitos!- se escuchó decir a un hombre muy peludo-.

Laya, un poco extrañada por las pintas que tenía el señor, le dijo: -¡Truco o trato!-. El hombre entró sigiloso en su casa y cogió un gran puñado de caramelos. Abrió sus grandes manos, que parecían auténticas zarpas, y depositó los dulces en el cesto de Laya.

-¡Hala, cuántos caramelos!- dijo Laya muy sorprendida.

- ¡AAAAAAAAAAAAHHH!- Exclamó Pedro, vestido de vampiro. -¡Mirad dentro de la casa, se parecen a nosotros!

Hugo le respondió: - ¡Sí, son nuestra copia, pero ellos son de verdad... ¡AAAAHHH!

Incrédulos los tres niños, veían que dentro de la casa habían tres personas con el mismo disfraz, como si se hubieran copiado, pero sus disfraces tenían algo raro. ¡Eran una bruja, un vampiro y un hombre lobo de verdad!

Laya, que no tenía miedo, les propuso ir todos juntos a pedir más caramelos por todo el pueblo, y así hicieron. Consiguieron muchos caramelos y nadie se dio cuenta de que eran auténticos porque todo el mundo iba disfrazado.

Pero la historia no acaba aquí, un portal interdimensional se abrió sin previo aviso delante de los ojos de toda la gente que estaba en la calle. ¡De ese portal, comenzaron a salir fantasmas!

Gracias a que se encontraban allí presentes el hombre lobo, la bruja y el vampiro de verdad, sin pensarlo, decidieron actuar rápidamente para cerrar la puerta y parar la invasión. 

Con mucho esfuerzo, lo consiguieron. No quedó ni un fantasma. Todos quedaron sanos y salvos.

Las apariencias a veces engañan: aunque su apariencia era verdaderamente terrorífica, por dentro tenían buen corazón.
          
 Firmado: Emilia

Si quieres aparecer en esta sección, escribe un relato, cuento, poema o canción y mándasela al profe Fran. ¡Tenemos muchas ganas de leer tus historias!


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